Cristiano Ronaldo riñe a la afición del Bernabéu

Tiene razón Paco Jémez, técnico del Rayo Vallecano, cuando dice que lo que ha sucedido hoy en el Bernabéu ha sido esperpéntico. La ayuda descarada al Real Madrid del colegiado Iglesias Villanueva ha conseguido que el entorno de mariachis mediáticos que responden al apelativo de "caverna" afín a Florentino Pérez estén ahora hablando de La Undécima en lugar de analizar los muchos aspectos denunciables de lo que hoy se ha visto en el Bernabéu. Uno de ellos, uno de los muchos, ha sido ver a Cristiano Ronaldo riñendo a la afición del Bernabéu por sus silbidos a primera hora del partido. Les ha hecho una señal con el dedo índice indicándoles que no debían silbar. Resulta curioso que Cristiano Ronaldo se atreva a decirle a la afición del Real Madrid, la que le paga, cómo debe comportarse y que nadie le pueda decir a él -porque se enfada- que después de una derrota por 4-0 en el derbi local contra el Atlético no puede irse uno de fiesta con Kevin Roldán y exponerse a que alguien le recuerde un día que con él empezó todo. Pero Cristiano Ronaldo tiene suerte. La caverna mediática seguirá crucificando a Gerard Piqué por denunciarle antes que coger de la oreja al pecador por caer por equivocarse gravemente. No saben lo que es la autocrítica y prefieren dirigir su artillería en dirección a Barcelona. Y, por supuesto, a nadie se le ocurrirá afear al niño mimado de Florentino Pérez su gesto. De hecho, harán como si no hubiera existido. Así llevan siete años y... ¡así les va!