Fede Peris
Javier Mascherano quería una prueba de amor del FC Barcelona hacia su persona después de seis años de entrega al club y ya la tiene. La directiva barcelonista está dispuesta a ubicarle en el puesto que le corresponde en el escalafón salarial de la plantilla por su rendimiento dentro del campo y por su aportación fuera de él a los éxitos del FC Barcelona en los últimos años. A nadie en el club se le escapa el papel fundamental que como líder Masche ha interpretado en el vestuario, ejerciendo como guía de sus compañeros y poniéndose como ejemplo de honestidad profesional. Y el club ha encontrado la solución para que Mascherano siga feliz y contento.
Necesitaba una muestra de cariño
Mascherano tenía dudas. Dudas que se acrecentaron cuando
Hacienda se cebó con él. Se sintió poco o nada respaldado. El hecho, además, de jugar de central, que no es su posición natural, tampoco ayuda. Y se ha visto dentro de este equipo ganador como un peón que aporta su granito de arena sin más en la montaña de éxitos acumulada por el grupo. Necesitaba una muestra de cariño, que le dijeran que le quieren y que desean que siga en el
Barça.
Y la incertidumbre que ha rodeado a Mascherano en el final de la temporada ha hecho reaccionar a la directiva, que ya le ha hecho llegar su decisión de recompensar su aportación al equipo con una remuneración acorde con su importancia. Mascherano era miembro de la clase media, un futbolista del montín, con un contrato muy alejado de las cantidades que mueven las estrellas. Y el Barça está dispuesto a elevarle hasta el segundo escalóm salarial, por detrás de
Messi y Neymar, pero equiparado con
Suárez, Iniesta, Busquets y Piqué. Será al fin uno de los grandes.
Más dinero para Mascherano
"
Yo ya he hablado con Javier y tengo claro que va a continuar en el Barça. 'Masche' es un jugador vital para nosotros, está perfectamente adaptado al club y a la ciudad y buscaremos un marco que sea positivo para que continúe", ha dicho hoy
Robert Fernández. Naturalmente aquí no hay más marco que el económico y el club está dispuesto a ser generoso a pesar de que
Mascherano tiene contrato en vigor hasta 2018, con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Robert sabe que
Mascherano es la pieza clave de la defensa y el club no va a renunciar a él alegremente, como ha hecho con
Dani Alves: "Tenemos un sistema defensivo muy bueno, esa es la realidad - ha dicho
Robert Fernández-. No es porque lo diga yo, lo dicen los números: nuestros jugadores defensivos son jugadores de una calidad extraordinaria. En el último tramo de Liga, en una situación tan complicada, hemos sido capaces de dejar la portería a cero. Jugar en el Barcelona en el aspecto defensivo es muy complicado y yo creo que no se da el valor a lo que hace la gente de atrás. Asumen riesgos para defender, con espacios que no son controlables a nivel mental, lo tienes que suplir por piernas y muchas veces se ha sido injusto".