Joan Tubau
Abducido seguramente por los métodos de Jose Mourinho, Álvaro Arbeloa, que en el campo demostró que sólo puede intentar parar a Neymar a base de leñazos, mostró su peor cara al término del partido negándose a recoger la medalla que le acredita como subcampeón de la Copa Confederaciones. No es la primera vez que se comporta de manera tan antideportiva. Ya hizo lo mismo en el Camp Nou cuando el Barça le ganó al Real Madrid la Supercopa y él y sus compañeros decidieron que era mejor no verlo, en un gesto de antideportivdad que explica a las claras en qué consiste el señorío del Real Madrid.
Anoche repitió la acción después de una actuación desgraciada en la que Neymar le dejó en evidencia constantemente y lanzó un aviso de lo que puede suceder en la competición española si vuelven a verse las caras. Algo que está por ver, porque Ancelotti tiene otros criterios para confeccionar sus alineaciones. El primer requisito para él no es que el jugador al que alinea sea un pelota suyo, como sucedía hasta ahora.
Ahora Arbeloa deberá ganarse el puesto en los entrenamientos y en los partidos, y lo va a tener más que difícil que hasta ahora. Por si acaso, Neymar le envió un recadito de lo que le espera en los próximos clásicos.
Piqué avergüenza al barcelonismo
Por otra parte, Gerard Piqué decepcionó a los aficionados barcelonistas secundando a Arbeloa y "desapareciendo" de la entrega de medallas al subcampeón. Se comportó como Cristiano Ronaldo en la final de Copa ante el Atlético, cuando fue expulsado y se negó a recibir el galardón al subcampeón. En aquel momento la claca mediática de Florentino quiso justificar su comportamiento antideportivo con paños calientes. Desde aquí no hay nada que justificar en Piqué. No puede ir por la vida comportándose como si fuera un futbolista del Real Madrid. Como jugador del FC Barcelona tiene que dar una imagen que nada tiene que ver con la que mostró ayer. No puede ponerse a la altura de Cristiano Ronaldo o Arbeloa. Perdió el partido y debe asumir las consecuencias de la derrota con deportividad.