El fichaje de David Villa por el Barça se ha cerrado de manera fulgurante una vez la temporada llegó a su fin. Nada que ver con el culebrón que se vivió el año pasado y que tuvo un final desafortunado. La experiencia sirvió para que la negociación siguiera por otro camino y ayer cristalizara de forma definitiva.
Los primeros pases se dieron hace meses y fueron públicos el 14 de marzo con motivo del Barça-Valencia disputado en el Camp Nou. Villa estaba lesionado y no podÃa jugar. El jugador tenÃa la opción de seguir el partido desde el vestuario o la grada, pero prefirió hacerlo en el palco, donde fue invitado por el Barça. Varios testigos vieron como en la zona de antepalco se ponÃa en evidencia que la sintonÃa entre la cúpula deportiva barcelonista y el futbolista era muy buena. Fue un primer paso que contribuyó a que la relación entre las dos partes fuera muy fluida a partir de entonces.
Villa ya sabÃa que interesaba al Barça para la próxima temporada y era cuestión de esperar a final de temporada. En concreto, la semana pasada llegó la gran oportunidad para dar el salto hacia el Camp Nou. El presidente del Valencia, Manuel Llorente, citó al jugador y le dijo claramente ânecesitamos venderteâ. David entendió que las necesidades económicas del Valencia le abrÃan las puertas hacia un club que aspira a todos los tÃtulos.
La respuesta del jugador a Llorente fue positiva y únicamente puso dos condiciones: que su destino fuera el Barça y que la operación se cerrara antes del Mundial de Sudáfrica para no vivir una experiencia como la del año pasado en el transcurso de la Copa Confederaciones. Los constantes rumores sobre su futuro se convirtieron en una pesadilla y pasó momentos muy duros en la concentración de la selección española.
La decisión del jugador de sólo querer marcharse al Barça puso las cosas muy sencillas para todas las partes. El Valencia no podÃa poner en el mercado al jugador y debÃa entenderse con la entidad barcelonista. Joan Laporta y Manuel Llorente pusieron las primeras bases que luego retomaron los ejecutivos del club, Joan Oliver y Raül SanllehÃ. Por su parte, Txiki Begiristain negoció con el futbolistas las condiciones de su nuevo contrato, que fueron muy parecidas a las que ya se pactaron el verano pasado.
El Barça consiguió que la operación se cerrarse por 40 millones de euros, la misma cantidad que ofertó al Valencia la anterior campaña y que el club che habÃa rechazado. Los valencianistas reclamaban entonces 50 millones de euros, una cifra que la entidad barcelonista consideró desorbitada y que provocó que se rompieran las negociaciones.
En esta ocasión, la secretarÃa técnica ha tenido la habilidad de mantener la misma cifra y que el Valencia haya aceptado. La postura del futbolista ha ayudado mucho ya que ha seguido las recomendaciones marcadas por el Barça al expresar su único deseo de vestir de blaugrana. Cesc Fà bregas, por ejemplo, ha dado el mismo paso para recalar en el Camp Nou.
Esto ha bloqueado a los otros dos equipos que estaban dispuestos a pujar por el futbolista. El Manchester United y el Real Madrid también le pretendÃan, pero deberán verle vestido de blaugrana.