Confiamos en Clemente

Tiene mucho mérito lo de este Real Madrid improvisado por Florentino Pérez este verano. En su primer año ha llevado al mejor Barça de toda su historia -eso dicen los que entienden del tema- a sufrir hasta la última jornada para ser campeón. Y vamos a ver si lo consigue, porque aún tiene pendiente vencer a un Valladolid al que le va la vida en el Camp Nou. Y, además, tiene a Clemente de entrenador.

Siempre he sido un admirador de Clemente. Le tengo por un gran estratega, por un técnico que sabe sacar el cien por cien de sus hombres. Tácticamente es uno de los mejores técnicos del fútbol español y no dudo que se lo va a poner difícil, muy difícil, al Barcelona en el Camp Nou. Para la última jornada espero a aquel Clemente que le amargaba la vida al Barça cuando dirigía al Ahletic de Bilbao.

No debe cantar victoria el Barça porque, como sucede en el ciclismo, hasta que no cruzas la línea de meta no puedes darte por ganador. Ante el Athletic se vio a un Madrid espeso en la primera parte. Seguramente los goles del Barça influyeron negativamente en el estado de ánimo de los jugadores blancos. Tanto como afectaron favorablemente los dos goles del Sevilla. Al final, lo previsto. Triunfo cómodo del mejor, del Real Madrid.

Quedan 90 minutos por jugarse y cualquier cosa puede suceder. Si lo que ocurre es que el Barcelona se proclama campeón, pues nada, se le felicita y punto. Pero si ese es el caso, el madridismo puede estar tranquilo y sentirse orgulloso de su equipo por su rendimiento en la Liga. Otra cosa es lo que ha sucedido en la Copa y la Champions. Pero en la Liga, tanto si gana como si queda segundo, merece el mejor de los reconocimientos.