Ciertamente, motivos no les faltan a los barcelonistas para sentirse así: han encadenado cinco victorias consecutivas contra su gran enemigo, incluidos un 2-6 en el Bernabéu y un 5-0 en el Camp Nou esta misma temporada. Ya se les felicitó en su momento por ello. Lo que ya no es de recibo es que, a la hora de referirse a los cuatro Madrid – Barça de las próximas semanas, se refieran a ellos en términos tales como los de “Vamos a ganar 5-0 para no perder la costumbre” o “La última vez que nos ganó el Madrid fue en blanco y negro”.
Esas frases, aunque están lanzadas con el único fin de conseguir el aplauso fácil y la palmadita en la espalda, poco o nada tienen que ver con otros valores que ese club sí que transmite a la sociedad (el señorío de Guardiola o el logo de UNICEF en su camiseta). Son más propias de señores que, con el único fin de sacar pecho ante su incompetencia de sacar adelante a la entidad, prostituyen económicamente al Barça firmando un acuerdo con Quatar Foundation, un logo que será la vergüenza del fútbol español en cuanto aparezca en la camiseta azul y grana de la próxima temporada.
Rosell, que a cada día que pasa me parece peor presidente, se ha pasado de listo. En su afán de llevar a cabo una gestión similar a la que lleva Florentino Pérez en el Real Madrid, está consiguiendo quedar como un inepto al lado de su homónimo madridista. A nadie del Real Madrid (incluido José Mourinho), se le ha escuchado aún decir semejantes barbaridades respecto a su gran rival esta temporada. Es más, cuando en los últimos años ha habido alguna salida de tono de ese calibre, como la que hizo Ramos al referirse al Lyon (“Vamos a ganar 3-0”), desde la prensa pro barcelonista no se tardó ni medio minuto en acusar al Madrid de prepotente y soberbio. Como si la declaración de un solo jugador representaran a un club entero.
Sin embargo, a la hora de referirnos a los Barça – Madrid, se ha subido la apuesta hasta llegar incluso al 14-0. ¿Y cuál es la respuesta del barcelonismo? Aplausos, palmaditas en la espalda, sonrisitas inocentes… Todo vale con tal de reírle las gracias a un Barcelona y a un entorno que se creen ahora el ombligo del mundo. Todo vale por hacer creer a Rosell y a su junta directiva que son las personas más maravillosas que pueden haber en el deporte mundial, cuando la única manera que encuentran de financiar al Barcelona es mediante acuerdos con regímenes que poco o nada tienen que ver con la democracia, o mediante demandas aludiendo al honor de la entidad con el fin de obtener unos euros de más.
Dicho lo cual, invito al señor Rosell a que haga la siguiente reflexión, ¿no atenta contra el honor del Barcelona el que, al intentar hacerse el gracioso, se diga que el Barcelona vaya a ganar la final de Copa 5-0? ¿No atenta tampoco contra el honor de este club vincularle con el régimen Quatarí? ¿Qué entiende usted por honor, Rosell? ¿El aquí todo vale? ¿El estoy por encima de todo y de todos? De eso nada.
El Barcelona ya era un club honorable y señor antes de que comenzara su tremendo ciclo de victorias y buen fútbol hace tres años. Ese equipo ha logrado ser admirado y respetado por todos gracias a gente como Xavi, Iniesta, Messi y Guardiola, que son el mejor ejemplo de lo que debe ser el seny catalán. Rosell y sus ‘amiguetes’ periodistas son los que le están haciendo perder el señorío al Barcelona con sus bravuconerías y salidas de tono. Si han elegido ese camino ellos sabrán. Ya habrá alguien que les ponga en su sitio…
Daniel Castellanos, Defensacentral.com
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