Óscar Fanjul
Bien está lo que bien acaba. Y el partido del Barça de esta noche en el Camp Nou ante el Bayer Leverkusen ha acabado bien. Lo que no impide pensar que lo que se ha visto sobre el terreno de juego en esta noche de Champions League sea como para echarse a temblar. Este equipo ha dado la razón a quien sostienen que el Barça es Messi y diez más. Messi no estaba y los diez restantes poca cosa han hecho sin su guía. Ni Iniesta ni Neymar han sabido coger las riendas del juego ni echarse el equipo a su espalda. No es lo suyo. Y el Barça ha jugado sin alma y con mucha confusión mental.
El Bayer se ha adelantado en el marcador aprovechando un error de Ter Stegen, otro, que ha visto cómo Papadopoulos remataba de cabeza en sus narices sin hacer nada para evitar que entrara el balón. Ha fallado Ter Stegen, pero en su favor -esta vez sí- hay que decir que ha realizado tres intervenciones de mérito que han evitado que el drama fuera irreversible. Los alemanes habían avisado con Chicharito plantándose en tres ocasiones ante Ter Stegen como si nada. El Barça respondía con llegadas, pero sin claridad y exhibiendo un desbarajuste táctico preocupante. Como si los jugadores echaran en falta a ese referente a quien acudir en caso de desconcierto. Y desconcierto es lo que sobraba esta noche en el Camp Nou.
Los alemanes se lo han ido creyendo, han controlado más y mejor el balón y el Barça, preso de su propio nerviosismo, ha mostrado sus limitaciones incapaz de dar dos pases seguidos. El tema era lo suficientemente preocupante como para que los 68.000 aficionados que hoy se han dado cita en el Camp Nou premiara a los suyos con silbidos en alguna fase de la segunda mitad. Este Barça jugaba sin fantasía. Neymar hacía la guerra por su cuenta buscando más la falta que el gol - a pesar de que envió un balón al palo en la primera mitad-, e Iniesta no varió su repertorio: un par de destellos de su gran clase y asunto resuelto. Pero el Barça necesitaba hoy algo más que un par de destellos. Necesitaba de un líder que tirara de él y que le guiará por el buen camino. Y Andrés Iniesta, cuando más lo necesitaba el equipo, no ha sido ese faro a quien seguir. Luego, para acabarlo de arreglar, se ha lesionado. Otro más.
Luis Enrique ha puesto en juego a tres canteranos: Jordi Alba, Sergi Roberto y Munir -poco más le quedaba en el fondo del armario-, y han llegado las soluciones. Han llegado en dos minutos locos en los que el Barça se ha comido a su rival. Primero Sergi Roberto en el minuto 80. Luego Luis Suárez culminando una gran jugada de Munir en el minuto 82. En dos minutos el Barça le ha dado la vuelta al partido y se coloca como líder de su grupo en la fase de liguillas de la Champions League. Es lo que tiene disponer de un matador como Luis Suárez. Pero que la euforia no nos tape la realidad del partdo de hoy. El Barça lo ha remontado, pero su juego no ha sido el que se espera del campeòn de Europa. El barcelonismo no puede festejar como si fuera una gesta ganarle 2-1 al Bayer Leverkusen en el Camp Nou. El juego ha sido lo suficientemente preocupante como para temer por el futuro más próximo, ese futuro en el que no estará Messi. "Messi y diez más dicen algunos". Lo de los diez más ha sido muy preocupante.
REAL MADRID
Noticias de última hora del Real Madrid; análisis, artículos de opinión, curiosidades y exclusivas. Todo sobre el Real Madrid y sus jugadores. Serás el primero en saber lo que no te cuentan los demás.
FC BARCELONA
Noticias de última hora del FC Barcelona; análisis, artículos de opinión, curiosidades y exclusivas. Todo sobre el FC Barcelona y sus jugadores. Serás el primero en saber lo que no te cuentan los demás.
© Madrid-Barcelona.com