El Real Madrid ha empezado imprimiendo un nivel muy alto y trabajando en todas las zonas del campo. Sergio Rodríguez saltaba a la pista al filo del final del primer cuarto para empezar su exhibición, después de que sus compañeros encararan el marcador en los primeros minutos. Junto a Rudy, volvieron loco al conjunto turco en un recital de robos, carreras, asistencias y canastas de todos los colores. Y en la fiesta también seguía Begic, pues el esloveno ponía la guinda a un primer cuarto de ensueño con un extraordinario mate (13-21).
La reanudación ha seguido el mismo guión y a la fiesta se ha sumado Carroll, que con 8 puntos ha sido el mejor de este segundo cuarto. Sin embargo, el Ulker empezaba a apretar de la mano de un acertado David Andersen. Ante el empujón local, el equipo volvía a estirar inmediatamente la diferencia hasta ponerla en una máxima de 11 puntos, que lograban acortar los locales en un último minuto realmente malo de los blancos(36-42).
En el segundo tiempo, aunque el Madrid logró alcanzar sus mejores momentos del partido gracias al trabajo en el juego interior de Mirotic y Begico el encuentro no tardaría en volverse a poner en un puño. McCalebb y Preldzic sumaban poco a poco y en cuestión de tres minutos ponían a su equipo de nuevo a tiro de piedra (57-66).
Dos triples consecutivos, uno de Rudy y otro de Carroll en el último cuarto devolvían la diferencia a los diez puntos y le daban un golpe casi mortal al partido. No obstante, el Fenerbahçe aún no se ha dado por vencido y en un nuevo golpe de timón darían el último susto de la noche (64-66, min.33). El Madrid hizo a partir de entonces lo que mejor sabe: correr y anotar. Sergio Rodríguez y Rudy volvieron a aparecer para finiquitar el choque. Al final, 75-83 que devuelve al Madrid a la senda del triunfo en Europa y que supone un claro golpe en la mesa en el grupo, en el que es líder por encima de uno de los favoritos, el rival de esta noche