Ocurrió el 26 de septiembre de 2009, en la segunda temporada con Pep Guardiola en el banquillo. Después de una acción de ataque del Baça, el defensa brasileño Wellington, entonces en el club andaluz, propinó un pisotó a Leo Messi con intención y alevosía. En su momento el brasileño aseguró que no tenía que pedri perdón porque realmente no habñia sido intencionado. En este sentido, quizás Pepe hubiera quedado mejor manteniendo la boca cerrada. Por cierto, el Barça se llevó aquel partido gracias a los goles de Zlatan Ibrahimovic y de Gerard Piqué.