El mismo árbitro que ayuda al Madrid perjudica al Barça

De entrada la Federación del "amigo" Villar ha permitido que se viole el reglamento aceptando la alineación indebida de Martins, que ha jugado esta noche en el Camp Nou violando lo que marca la reglamentación simplemente porque ayer era fiesta en Madrid y, ya se sabe, cuando Madrid hace fiesta España se paraliza. La cuestión es que el Comité de Competición prefirió santificar la fiesta antes que cumplir con su obligación haciendo su trabajo y el Barça-Granada se ha disputado bajo una sensación de fraude total. Pero así funciona el fútbol en España regido por una federación tercermunidista que parece plegada a los deseos del presidente Pérez y que sólo atiende a las quejas de Mourinho y a su corte de protestantes a sueldo.

Para acabar de redondear el esperpento, Villar nos ha enviado a Jose Antonio Teixeira Vitienes, el mismo que le regaló dos puntos al Real Madrid en Mestalla al mirar hacia otro lado y ponerse a silbar cuando Higuaín tocó un balón con la mano dentro del área. Este Teixeira es el hermano de aquel otro que aguantó estóicamente los insultos y desprecios del cobarde Mourinho, que le esperó con nocturnidad y alevosía en el parking del Camp Nou para llamarle "sinvergüenza" sin que quedara reflejado en el acta.

 

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Los hermanos Teixeira parecen actuar de forma colegiada, siguiendo el mismo patrón. El patrón de buenas costumbres madridistas. El de hoy podrá presumir en el bar ante sus amigos de haber pitado dos penaltis contra el Barcelona en el Camp Nou. Ole tus cojones, sí señor. El madridismo podría tener un detalle con él y condecorarle o enviarle un jamón 5 jotas. Se lo merece. Tres penaltis en el área del Granada: una mano y dos derribos a Alexis y Tello. Nada. El caballero no ha visto nada. De la misma manera que no vio la mano de Higuaín. Pero, eso sí, ha tenido la vista muy fina para ver dos en el área del Barça y aprovechar, de paso, para expulsar a Alves. Faena redonda. Barça: 4 penaltis a favor, 2 en contra. Real Madrid: 10 penaltis a favor y 0 en contra. Como debe ser. Vuelve la normalidad al fútbol español. Vuelve el Real Madrid a recibir favores arbitrales. Por eso está donde está. Vuelve el Barça a sufrir el horror de los esbirros de Villar. Por eso está donde está.

Pero Teixeira debió pitar dos penaltis más. Con dos no fue suficiente. Para ganarle al Barça, el "jugador número doce" tiene que pitar cinco penaltis. Porque a Messi le ha dado por ejercer de pichichi y batir los records históricos goleadores del FC Barcelona. Otro hat trick para dejar con un palmo de narices al árbitro. Y golazos. Los tres, golazos. No golitos, como los que marca el guapo, rico y bueno. Golazos de bandera, lo habitual en el mejor jugador de todos los tiempos. Y para acabarlo de redondear, Leo le dio el primer gol a Xavi y colaboró en el de Tello. Messi está como nunca. Su ciclo va para largo. Por eso, mientras conserve la salud y no se cruce cualquier Pepe en su camino, el Barça tendrá opciones de ganar la Liga. Guardiola se rinde porque ve lo que ve todo el mundo. Y lo ve muy claro. Pero los jugadores se han empeñado en llevarle la contraria y ganar esta Liga aunque deban jugar los diez partidos que restan contra doce. No les viene de nuevo.

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