Solidaridad con Argelia
Leído en El País el 22 de noviembre de 2006: “Joan Boix afirmó en Argel, con motivo de la entrega del oscar al mejor jugador africano a Eto´o, que la directiva desea establecer relaciones de cooperación con la Federación Argelina de Fútbol y crear un centro de formación de jugadores”. Ningún indicio lleva pensar que el deseo de la directiva llegara a ser algo más que un deseo. Pero en ese momento quedaba bien decirlo. Boix nesitaba darle sentido a su viajecito a Argelia.
El escandaloso viaje a Japón
A la final del Mundialito de clubs disputada en Tokio en diciembre de 2006 el FC Barcelona desplazó a 12 directivos: Alfons Godall, Albert Vicens, Marc Ingla, Ferran Soriano, Xavier Cambra, Joan Boix, Joan Franquesa, Evarist Murtra, Albert Perrín, Antoni Rovira, Josep Lluís Vilaseca, Rafael Yuste y un acompañante especial: Ernest Benach, president del Parlament català. Sobre este último viajero vale la pena reproducir una carta al director aparecida en La Vanguardia el 15 de diciembre de 2006 firmada por Ester Turà, de Tiana: “Es difícil aceptar, no sin una cierta sensación de vergüenza ajena, la continuada presencia del presidente del Parlament, la segunda institución política de nuestro país, en el palco del FC Barcelona y ahora más allá de nuestras fronteras, asistiendo a los dos encuentros que la entidad catalana juega en el Mundial de Clubs de Japón. Lamentablemente y al margen de quién asuma los costes de este largo desplazamiento de cinco días, sea el club o, por el contrario, el erario público, el señor Benach logra parecerse a un tipo de políticos que defiende sus derechos de casta sin el más mínimo sentido estético de la discreción y con el absoluto desprecio que ello significa para muchos ciudadanos que podemos sentirnos ofendidos por su frívola actitud. ¿Nunca hay trabajo en el Parlament de Catalunya a las 20.45 h. de los martes o los miércoles que el Barça juega la Champions?, realmente, ¿quién paga los gastos en hoteles, viajes y cenas? ¿El señor Benach y el resto de los políticos que se sientan aludidos por esta carta, sinceramente creen que esta conducta se permitiría fácilmente en países de larga tradición democrática como Inglaterra o Alemania, si en lugar del FC Barcelona hubiera viajado el Chelsea o el Werder Bremen a Japón?”
Benach justificaba así su viaje: “Es fantástico poder establecer una relación directa entre los Parlamentos de Japón y Cataluña y, además, hacerlo junto al Barça, que siempre hace país allí donde va. La recepción de mañana (en el Parlamento japonés) supone una nueva oportunidad de darnos a conocer como país que tiene una lengua y cultura propias".
Lamentablemente, el presidente del parlamento japonés, Yohei Kono, no recibió a Benach, que sólo logró obtener audiencia de una delegación de diputados japoneses que integraban el Grup Football Diplomacy. A esa reunión, a la que asistió Benach y la plana mayor de directivos, no llegó Laporta, pendiente de sus múltiples compromisos. Hasta Sport denunció el desbarajuste organizativo: “El Barça recibió un tratamiento menor en el Parlamento de Japón. La Dieta les trató como administrativos (…) Un aula de unos cincuenta metros cuadrados en la primera planta de un edificio ubicado a doscientos metros de la Dieta (Parlamento) japonesa; fluorescentes y mobiliario de oficina con sillas plegables; en un rincón, una pizarra; un ventanal con unas cortinas de plástico. Sólo 14 de los 29 parlamentarios nipones convocados. Esta fue la escena que se encontraron el presidente del Parlament de Catalunya, Ernest Benach, y los diez directivos del Barça en el acto más importante de su estancia en Japón. Fue un recibimiento menor, muy por debajo de las expectativas creadas”. En esas circunstancias se hacía muy difícil hacer país.
A la espera de Laporta
El 14 de diciembre de 2006, con la plana mayor de la expedición en Japón, podía leerse en El País: “A la espera de Laporta (…) El presidente no ha asistido a dos de los actos anunciados para promocionar la marca Barça”. En tres días Laporta salió de Barcelona con destino a Cancún y antes de llegar a Japón se dio una vuelta por México DF y San Francisco. Su agenda echaba humo.
Lu Martín, se quejaba desde Yokohama de que en el programa de viaje remitido por el propio club estaba muy claro que “el martes, a las 16.15 estaba prevista una conferencia de Marc Ingla y Esteve Calzada, director ejecutivo del departamento de Marketing, en la Universidad de Waseda. A la hora de la cita, el vicepresidente no acudió. El miércoles, en la sede central del Foreign Correspondents Club, en Tokio, el presidente azulgrana iba a conceder una rueda de prensa. No lo hizo porque estaba en México, solucionando temas relacionados con su despacho particular de abogados, según se informó. Al mismo tiempo se advirtió que hoy Laporta no estará en el parlamento Nacional japonés porque “el presidente llegará justo para el partido”. Sus asuntos particulares en México eran más importantes que representar al Barça en Tokio. Y eso que según El País “los actos de la directiva del Barcelona iban a ser inicialmente tan intensos que justificaron el desplazamiento de dos unidades de cámaras de Barça TV. “Trataremos de estar a la altura de la importancia del torneo y difundiremos la marca FC Barcelona”, avisó Ingla antes de embarcar rumbo a Japón”.
Para maquillar el descontrol, una fuente autorizada precisó: “Cambiamos el plan sobre la marcha y la junta decidió no tener protagonismo (…) Aún así los directivos no paran de reunirse y cenar para trabajar sobre la marca Barça”, lo que siempre es de agradecer. Que no paren de reunirse y cenar.
La Intercontinental de 1992
El Barça de 1992, dirigido entonces por Johan Cruyff desde el banquillo, el mismo que siempre se había quejado del excesivo protagonismo de los dirigentes, desplazó a cinco directivos a la final japonesa de la entonces Copa Toyota: Núñez, los vicepresidentes Casaus, Gaspart y Mussons y el directivo Ventura. Como “compromiso” viajó el presidente de la Federación Española, Angel Villar, y como empleado Antón Parera. Total: 7 personas. Con Laporta viajaron 8 directivos más, una docena de empleados y los compromisos de siempre. Tenía razón Soriano: el Barça de Laporta crecía y crecía y crecía… a costa del socio. Viajaron todos los directivos menos Cubells, Vives-Fierro, Castro, Ferrer y Murtra.
Langosta para celebrar la derrota
Mundo Deportivo descubría, a través de Cristina Cubero, que tras la derrota del equipo blaugrana en Tokio los directivos cenaron como si hubieran ganado. "No hubo fiesta, lógicamente, como estaba previsto, pero a nadie se le ocurrió anular la pomposa cena y cambiarla por otra más modesta. Los comensales, reunidos en una de las plantas del lujoso hotel de los jugadores, se deleitaron de un buffet de alto nivel en el que no faltaron las langostas. Mientras los futbolistas se retiraron pronto a sus habitaciones con caras largas, hubo otros que siguieron con el festival gastronómico, poco entendido por cierto por algunos de los futbolistas veteranos que saben qué se puede hacer y qué no después de una derrota".
Directivos que desatienden sus responsabilidades
Escribía Cristina Cubero el 19 de diciembre de 2006: “Un equipo de fútbol (once directivos) con su correspondiente entrenador (el presidente Laporta) se podría formar con la generosa aportación de la junta azulgrana al largo viaje, por duración y estancia, a Japón. De los 17 miembros que hay en la actual directiva, 12 no se quisieron perder el Mundial de Clubs, un número elevado si se compara con lo que es habitual en estos casos. El dato, que ha llamado la atención en ciertos sectores del barcelonismo, incluidos algunos seguidores, ha sorprendido doblemente por cuanto todos ellos (el presidente y Ferran Soriano llegaron más tarde pero asistieron ya a la primera semifinal ante el América) despegaron con el grueso de la expedición, realizada con antelación atendiendo, en principio, a razones exclusivamente deportivas y de adaptación de los futbolistas.
Que se sepa, sólo los vicepresidentes Marc Ingla y Ferran Soriano realizaron en Japón alguna reunión de trabajo, así como el directivo Joan Boix, porque así lo dicta su cargo como responsable del área social, que estuvo presente en un par de actos representativos: un clínic con 500 niños y un acto con una peña local. Al resto de directivos, excepto obviamente en los partidos, sólo se les vio en la recepción del parlamento japonés, un acto en el que se echó de menos a Albert Perrín.La masiva inclusión de directivos (también el número de empleados fue significativo), acompañados por familiares y amigos en algunos casos, puede ser estéticamente discutible, pero más lo fue la cena posterior a la derrota en la final ante el Internacional de Porto Alegre, a la que no faltó ni uno solo de los miembros de la junta..
El desplazamiento a Japón ha repercutido sobre otros eventos, como por ejemplo el del sorteo de octavos de la Champions League. Bastante dolidos quedaron también quienes organizaron la comida de Navidad del Consejo consultivo de peñas, así como la tradicional cena de jugadores veteranos. Ni un solo directivo se acercó a ninguna de las dos citas y en ambos casos las ausencias no sentaron nada bien”.
Vives-Fierro, en el sorteo de la Champions
Curiosa representación blaugrana en el sorteo de octavos de final de la Champions League en Nyon: Clàudia Vives-Fierro, adscrita al área social, y Josep Cubells, responsable de les secciones no profesionales del club. Por no ir, no fue ni el empleado responsable de temas deportivos, Txiki Begiristain. Ni, por supuesto, ninguno de los cuatro vicepresidentes. Estaban todos de turismo en Japón dando cuenta de la langosta en la fiesta organizada por el club para celebrar una victoria que no se produjo.
¿Quién paga la langosta?
Se lo preguntaba en su editorial infoesports.com el 20 de diciembre de 2006: "Laporta no ha dicho nada sobre quién ha pagado los gastos de la semana mágica en el Mundial de Clubes. A muchos socios les preocupa muy poco estos temas. Ellos quieren que la pelota entre y lo demás les importa un bledo. Están en su derecho. Pero el presidente del club debería ser más cuidadoso en estos temas y, sobre todo, leal a todo lo que predicó en sus tiempos de oposición. Una cosa es no cenar cuando el equipo pierde, como hacía Joan Gaspart, y otra es comerse una langosta para olvidar las penas a fondo de inventario. Si la transparencia, de la que hizo bandera en su época de paquidermo esté vigente hoy en día en el FC Barcelona, Laporta no dejaría pasar ni un minuto más en presentarse ante los medios de comunicación para desvanecer cualquier sospecha de despilfarro en el viaje a Japón. Laporta haría bien en aclarar cuánta gente viajó a cuenta del club, quien pagó cenas y comidas, hoteles ... porque estamos hablando del dinero del socio. Al mismo tiempo, no estaría mal que Laporta, además de aclarar cuánto le ha costado al club la excursión a Japón, también dijera cuál ha sido el empleo y el trabajo realizado por cada directivo y ejecutivo del club que ha estado estos días en el Mundial de Clubes. Incluso que explicara cuál ha sido la aportación de Albert Perrín en Japón". Había una gran diferencia entre exigir explicaciones desde el Elefant Blau y proporcionarlas desde el poder.
"Cada directivo tenia su función"
Respondió Laporta en RAC1: "Yo dije a los miembros de la junta directiva que hicieran el esfuerzo de ir todos los que pudieran porque se tenía que dar importancia a este título y porque los jugadores tenían que ver que podían convertir esta temporada en la mejor de la historia del Barça. Cada directivo tuvo su función e hicieron lo que tenían que hacer: representar al Barça con toda su dignidad". Albert Perrín, sin ir más lejos, no asistió como responsable del fútbol base a un acto con participación infantil y tampoco acudió a la recepción con los parlamentarios japoneses. Por otra parte, la que iba a ser la mejor temporada de la historia se convirtió en un desastre… Y eso que lo directivos no escatimaron su apoyo en los desplazamientos. Por lo visto, los jugadores no valoraron positivamente el espectacular despliegue de los esforzados directivos. Laporta dio la cara en un medio amigo, pero no hizo gala de la transparencia prometida especificando qué papel cumplió con exactitud cada directivo desplazado. Como siempre, sólo expresó ambigüedades para salir del paso. Resultaba curioso que justificara la presencia masiva de directivos porque así los jugadores se sentirían respaldados. Esa teoría de la justificación no servía para aplicársela a sí mismo cuando se trataba de respaldar al fútbol base y las secciones, hacia quienes siempre mantuvo una actitud distante.
El viaje lo pagaron los socios
El 21 de diciembre de 2006, JJ Pallás y J Poquí descubrían en Mundo Deportivo que “ningún directivo se pagó el viaje a Japón”. E informaban de que “el desplazamiento y una semana de estancia costaban por persona 3.200 euros, por lo que el gasto fue de unos 38.400 euros, advirtiendo, eso sí, que los acompañantes se lo pagaron de su bolsillo”. El club, de cualquier forma, no ofreció información alguna sobre los miembros de las diferentes comisiones del club que se desplazaron a Japón. Ni dio explicaciones sobre el coste de la estancia de ocho días en Japón de los veteranos invitados para jugar un partido amistoso. El club sufragó los gastos de Mora, De la Cruz, Zuviría, Ramos, Julio Alberto, Fusté, Pereda, Rebollo, Navarro, Tente Sánchez, Fuster, Civantos y Palau.
Txiki y Perrín se van a Ghana
Ghana, el país que organizaba la Copa África, debía faltarle a Albert Perrín en su lista de países visitados como miembro de la directiva que le dedicaba al club los mejores años de su vida. Quizá por eso Laporta le eligió a él para acompañar a Txiki Begiristain a la Copa África. Pero no estarían solos. El buen amigo Alejandro Echevarría se les uniría en la recta final.
Ferrer preside un Betis-Barça
El reparto de prebendas para desplazarse con el equipo tenía sus contrasentidos. Por ejemplo, que Jaume Ferrer, responsable de las secciones, presidiera un Betis-Barça en enero de 2007 flanqueado por Cubells y Perrín, por supuesto, que igual iba a Getafe que a Salzburgo a recoger un premio que a Valladolid a presidir un partido del equipo de basket. En el único lugar en el que no se le veía era en el Miniestadi, donde jugaban los equipos que estaban bajo su responsabilidad. Por esas fechas podía leerse en los diarios: “Hoy el fútbol base del Barça se desplazará a Montserrat para visitar a los niños de la Escolania. Durante la matinal habrá una demostración musical y una exhibición deportiva y el desplazamiento concluirá con un almuerzo de hermanamiento”. Naturalmente, Perrín no asistió. Empresas de mayor enjundia reclamaban su presencia.
Perrín, en la final de copa de basket
En febrero de 2007 el Barça alcanzaba la final de la copa del Rey de baloncesto en Málaga. Allí acudió Laporta, que sólo se dejaba ver junto al baloncesto cuando existían serias posibilidades de hacerse la foto con un trofeo. Allí acudieron, junto al presidente, Jaume Ferrer y Angel Charte, responsables del tema que se trataba, y, claro está, Albert Perrín, el voluntario siempre dispuesto a lustrar con su presencia cualquier acontecimiento. Daba la sensación de que Perrín se había convertido para Laporta en impresicindible en los viajes. Seguramente porque era un buen compañero de viaje, un converdsador ameno, un buen contador de chistes y un excelente comensal. Y si no, sería por otra cosa.
El avión del Espanyol
Tanto apoyo directivo no servía, sin embargo, para solucionar problemas domésticos en el basket, como el de un viaje a Atenas en febrero de 2007 que el equipo tuvo que realizar con el avión del Espanyol, el primero que la aeronave realizaba al extranjero. Luego se supo que también el balonmano había recurrido al avión perico para alguno de sus desplazamientos.
De fiesta en Liverpool
El Liverpool apeó de Europa al Barça campeón de la Champions League en la temporada 2006-07. Al partido del adiós en Anfield Road, en marzo de 2007, acudieron Laporta y ocho directivos más: Ferran Soriano, Clàudia Vives-Fierro, Josep Cubells, Antoni Rovira, Rafael Yuste, Joan Boix, Joan Franquesa y Albert Perrín. A ellos se sumaría Anna Xicoy y Txiki Begiristain. El viaje merecía la pena porque el Departamento de Protocolo se había propuesto hacer feliz a su presidente cerrando para la delegación blaugrana el local en el que tocaron los Beatles en sus inicios, The Cavern. Allí disfrutaron los directivos, sus familias y sus amigos desplazados.
Pseudodirectivos
Cristina Cubero, La Hacker de Mundo Deportivo, denunciaba el 6 de marzo de 2007 que “los socios del despacho particular de abogacía de Joan Laporta, Xavier Puig y Xavier Arbós, viajan con regularidad con el equipo del Barça y les reservan un trato VIP. Al llegar al aeropuerto de Liverpool un directivo ejerció de improvisado auxiliar de vuelo para trasladar las normas sobre cómo abandonar el avión: jugadores y directivos por delante, aficionados y prensa por detrás. Curiosamente, los dos socios del presidente salieron por la parte delantera y se subieron al bus de los directivos. Igual es que la junta se ha ampliado y no nos hemos enterado”. No era suficiente con ser honrado. Había que parecerlo. Y las apariencias eran muy desalentadoras.
MAÑANA, PRÓXIMO CAPÍTULO
El presidente turista (IV)
No delega / ¿Qué pintaba el Barça en El Cairo? / Informándose sobre el fútbol base / No habrá equipo en la MLS / Amistoso en Pretoria / A Thuram no le gustaban las giras / Consenso / El médico, de vacaciones / Gran capacidad de trabajo / Nuevo viaje a Argentina / Perrín no consta como viajero oficial, pero viaja / Admirador de Macri / Viaje a Lyon / Jet privado a Glasgow / Borràs cambia las peñas por la Champions/ 13 directivos viajan a Old Trafford / Y en el Bernabéu sólo faltaron cuatro
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