Joan Tubau
La película del España-Holanda la han visto muchas veces esta temporada los aficionados del FC Barcelona. Un equipo sin alma, sin actitud, sin ideas y, lo que es peor, sin ganas de correr. Cuando un equipo no corre y el rival corre más, pasa lo que pasa. Que igual te meten cinco que te quitan todos los títulos.
La imagen de España ante Holanda, con siete jugadores del FC Barcelona, es precisamente lo que Luis Enrique no quiere en su equipo. Su objetivo es imponer su superioridad fisica sobre el rival corriendo más, a partir de ahí llegará la superioridad táctica, con la distribución de los jugadores en el campo, y la superioridad técnica por la mayor virtud individual de sus jugadores. Todo gira en torno a una superioridad física que ni ha tenido el Barça a lo largo de toda la temporada, ni tampoco parece que la tenga España en este Mundial.
Así se entiende que el proyecto Luis Enrique rompa con la sumisión del equipo a Xavi Hernandez, como ha venido sucediendo en los últimos años, para lo bueno y para lo malo. A sus 34 años, Xavi ya no puede ofrecer la respuesta física que exige Luis Enrique, de ahí que haya decidido dejar el Barça para afrontar una aventura menor exigente, pero sí más rentable, en Qatar.