Joan Mª Batlle - No hay que hacer caso a Mourinho

HAY ESPERANZA. Vaya por delante que el Barça no jugó bien, que Mourinho acertó con la presión a la línea de creación blaugrana y buscando el contrataque con sólo dos toques de balón, que taparon bien a Xavi, que Messi no tuvo su noche, que Ibrahimovic no se enteró y que la banda de Alves fue un filón para los italianos en el primer tiempo. Pero dicho todo esto, también hay que denunciar el robo arbitral sin el que el campeón no estaría ahora contra las cuerdas. No en vano, el gol de Diego Milito, el tercero, fue un fuera de juego de libro y ya en los últimos minutos, Sneijder cometió un clarísimo penalty sobre Alves.

Dentro de lo adverso del resultado, hay argumentos para agarrarse a la esperanza de una remontada. El primero, y más importante, el gol de Pedro (uno más en un partido grande) que hace que el 2-0 no se vea como un objetivo imposible. El segundo, la actuación arbitral que dejó en un 3-1 lo que podía haber sido un 2-2. Miren, si con todo lo mal que jugó el Barça y todo lo bien que cree el Inter que jugó el empate hubiese sido más justo, es que el equipo de Mourinho es batible.

Por cierto, Mourinho volvió a hacer de las suyas y a calentar el ambiente de cara a la vuelta, consciente de que su fútbol no le alcanza para aguantar el 3-1. No hay que hacerle caso. Como dijo Guardiola, en el Camp Nou le esperamos. Allí se enterará de que el Barça no sólo sabe perder, sino que el miércoles le sabrá ganar.