Pepe puede irse de rositas y el árbitro del partido, también, pese a los repetidos errores de bulto y de apreciación que cometió en el clásico.
Coentrao, en la línea de su compatriota Pepe, dejó también un recadito a Messi en forma de un claro manotazo en la cabeza en los momentos finales del partido. Coentrao derribó a Messi y remató al faena con una golpe en la cabeza, cuando iba a levantarse.
Un acción más del recital de violencia que emplearon los jugadores del Madrid y que no tuvieron la bula arbitral. Situaciones que debería de ser motivos de sanción para el colegio Muñiz Fernández.