Al parecer, los chavales paseaban alrededor del estadio y se cruzaron con un hombre que les preguntó si necesitaban entradas. Los jóvenes asintieron pero declararon que no tenían mucho dinero para comprar en la reventa. El señor en cuestión les dijo que no se preocuparan y que a su hijo le habían fallado casualmente cinco compromisos, y que les regalaba las entrdas. El hombre era Joan Piqué, el padre de Gerard Piqué.