Pedro Riaño
Joan Laporta y Eric Abidal, el director deportivo que jamás ha ejercido de director deportivo, van dando a entender en las últimas horas que el fichaje de Paul Pogba es cosa suya. De esta manera se aprovechan del éxito de la negociación de los representantes del club haciéndolo suyo. No hay Beckhams que vender este año, todos los tiros coinciden en Pogba y todos quieren hacerlo suyo. Pero sólo los enviados de Bartomeu, Braida y Soler, han logrado el éxito. El Barça no puede paralizarse con el vacío de poder que generan las elecciones, Real Madrid, Bayern y Manchester City tienen el mismo interés que el Barça por Pogba, y no conviene dar ventajas a los demás, aunque el presidente haya dimitido. Los que quedan en el club, especialmente los empleados de alto rango, están ahí para aprovechar cualquier oportunidad. Y el fichaje de Pogba por el Barça, quitándoselo a los demás, era un trabajo para hacer ahora sin relegarlo al día 19, cuando podría ser ya demasiado tarde.
Y una conclusión muy peligrosa sobre Arda Turan en boca del director deportivo de Laporta: "Arda es un buen jugador, importante en su equipo, pero no sé si adaptaría". Pues estas cosas, querido Abidal, hay que saberlas. Al menos deberían saberlas quienes van por la vida como directores deportivos.