1.-Mayor compromiso de sus jugadores
Los hombres de Carlo Ancelotti corrieron. Los de Luis Enrique andaron. La intensidad que mostraron los jugadores del Real Madrid desarboló a un Barcelona que está acostumbrado a resolver sus partidos haciendo valer su superioridad técnica. Pero cuando el rival es superior técnicamente, como era el caso, hacia falta superarle en coraje y entrega, Y ahí los jugadores del Madrid ovtuvieron matrícula de honor.
2.-Mejor planteamiento táctico
Luis Enrique le ganó la partida de las pizarras a Luis Enrique. El Madrid se dejó dominar por ese absurdo juego de tocar y tocar sin sentido y golpeó con furia cuando recuperó el balón. El segundo gol, a balón parado, fue una jugada estudiada en el entrenamiento del miércoles. Los jugadores del Real Madrid sabían a lo que jugaban mientras que los del Barcelona sólo intentaban tener la pelota para que no la recuperara el Madrid y les hiciera un site. Y eso lo consiguieron, porque anoche la goleada pudo ser de escándalo.
3..- Isco y la calidad individual de sus jugadores
Isco estuvo soberbio. Creando juego y cortando todo lo que llegaba por su zona. Movió a todo el equipo y fue el motor que canalizó todas las acciones ofensivas. El Real Madrid ganó fácil por Isco y por la innegable superioridad que existe hoy en día a nivel individual entre los jugadores del Real Madrid y los del Barcelona. Unos juegan a nivel de sobresaliente, los otros buscan el aprobado.
4.-Cristiano Ronaldo es superior a Messi
Cristiano Ronaldo volvió a marcar. Y Messi se quedó en blanco una vez más, como ya viene siendo habitual en la mayor parte de los últimos clásicos. El pasado año hizo un hat trick, pero con dos gles de penalti. Cristiano Ronaldo estuvo más participativo y sembró el pánico entre la defensa del Barcelona, que estaba obsesionada con él y le dedicó hasta tres hombres a su marcaje. En cambio, Messi se marcó solo. Una oportunidad de gol y poco más.
5.-El apoyo del Berrnabéu
Ayer era imposible que el Real Madrid no ganara al Barcelona. El partido empezó con un 1-0 antes de que el balón se pusiera en juego. El recibimiento apoteósico del autocar del Madrid puso alas en los jugadores, que salieron como motos y no se inmutaron cuando el Barça se puso por delante. El público del Bernabéu estuvo a la altura del equipo: ¡Un diez!