Los jugones han traicionado a Martino

Fede Peris

Seguramente la próxima vez Martino no se dejará engañar. Le habían prometido un juego celestial, buscando a Messi y dominando al Atlético de principio a fin. El juego ha sido patético, han actuado de espaldas a Messi y el Atlético ha jugado como ha querido y les ha dejado dominar cuando así lo ha decidido Simeone.

Lo cierto es que Xavi, Iniesta y Cesc, los jugones de este equipo, han tenido una responsabilidad muy alta en la debacle. El control del balón está muy bien cuando desbordas y sorprendes al contrario con rápidos desplazamientos e imprimiendo velocidad a las acciones. Pero el juego del Barça -y ya hace muchos meses de eso- es completamente previsible. Los que tienen que mover al equipo juegan andando. Se les ve venir de lejos y el rival no sólo está prevenido sino que sabe exactamente lo que van a hacer los cerebros más virtuosos del centro del campo del Barcelona.

Martino se ha visto obligado a cometer el sacrilegio de cambiar a Iniesta. Pero es que Iniesta esta noche no ha hecho nada. También ha cambiado a Cesc, en otra noche aciaga. Y no se ha atrevido con Xavi porque entonces se quedaba el equipo sin centro del campo. Pero podía haberlo sacado del campo perfectamente porque su contribución ha sido otra vez nula. Se le ve venir y no sorprende a nadie. También ha sido responsabilidad de los jugones su nula conexión con Messi. Y si el Atlético tapa bien al argentino, que se destape, o que le destapen sus compañeros, que para eso están. Para encontrarle cuando desaparece.

Pero esta noche Messi no estaba y los jugones no tenían el más mínimo interés por encontrarle. Aunque, eso sí, saldrán a jugar el Mundial como toros. Andando con el Barça, corriendo con La Roja, que ahí sí que es cuestión de furia.

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