El pasado año el Real Madrid salió airoso del mercado futbolístico veraniego colocando a Higuaín, Özil, Callejón y Albiol por 100 millones de euros. El objetivo este año es repetir la experiencia con Di María, Khedira y Morata, tres jugadores que poseen una cotización alta en el mercado y les sobran pretendientes.
En el caso de Di María, el Real Madrid no tenía intención de traspasarle, pero los guiños que viene realizando desde Brasil dan a entender que no se siente a gusto en el club y Florentino no quiere a nadie descontento. Y menos si su marcha puede dejar en las arcas del club 50 millones de euros. Los otros 50 millones los tienen que dejar la salida de Morata y Khedira. El canterano se irá con una opción de recompra. El alemán, que prácticamente no ha jugado a lo largo de la temporada, ha confirmado que no es imprescindible en este equipo y, aunque él prefiere agotar su contrato para marcharse libre, el Madrid va a intentar colocarle en el Chelsea, junto a Mourinho de nuevo.
Con 100 millones en caja el Real Madrid, en una demostración magistral de buena gestión, abordará los fichajes de Kroos, Falcao y James Rodriguez, que no supondrán un dispendio extra porque serán sufragados casi en su totalidad con los ingresos que dejen los jugadores traspasados.