Y es que el vuelo que transportaba a los Spurs llegó a Heathrow con dos horas de retraso y el caos de los Juegos Olímpicos provocó que muchos miembros del equipo incluyendo al entrenador portugués ni siquiera se acercasen por el centro de trabajo del club y se marcharan directamente a sus casas.
Aun así, Modric acudió ayer a entrenarse antes de lo normal para poder abandonar las instalaciones antes de la hora de llegada prevista de sus compañeros, según el diario As. Quiere evitar verse con Villas-Boas lo más posible, máxime después de las palabras del técnico justo antes de la vuelta del equipo de Estados Unidos: "Prepararemos un plan especial de entrenamientos para Luka".
Modric sabe que en Madrid no gustó su decisión de declararse en rebeldía y por eso ha vuelto a entrenarse, pero eso no quiere decir que le vaya a poner las cosas fáciles a su club. Aun así, el equipo inglés vuelve a los entrenamientos esta misma tarde, por lo que hoy sí podría haber segundo encontronazo entre el mediapunta balcánico y el entrenador portugués.
La actitud de Modric y la reacción de la misma en la entidad y en el cuerpo técnico se antoja clave para desbloquear una situación que dista de tener una solución cercana.