Pedro Riaño
Jose Mourinho se va del Real Madrid con la insatisfacción del deber incumplido. Ni ha logrado La Décima ni ha conseguido acabar con la hegemonía de un FC Barcelona que le recibió con un 5-0 que no ha obtenido respuesta en sus tres años de reinado blanco. Es cierto que en su último año consiguió varias victorias sobre el Barcelona, pero sólo fueron salvas vacías que no significaron nada más allá del triunfo sobre el eterno rival.
Su balance con el FC Barcelona en estos tres años se presenta muy desequilibrado en su contra. A los tres títulos (Liga, Copa y Supercopa) de los que puede presumir como entrenador del Real Madrid, el Barcelona opone en ese mismo periodo ocho títulos, entre ellos dos Ligas, una Copa y una Champions League. Mourinho presume de Liga de 100 puntos -"el récord es mío", dice- y Tito Vilanova lo ha igualado en su primer año al frente del Barcelona.
El Barça ha ganado durante el mourinhismo, ocho títulos sobre trece disputados. Además, en esos tres años, el Barcelona, que ganó una Liga más, presenta mejores números que el Madrid de Mourinho en el campeonato de la regularidad: diez puntos más, tres victorias más, 17 goles menos en contra y 2 goles menos a favor.
La serie se inició con un 5-0 en el Camp Nou que sigue pendiente de respuesta por parte del Real Madrid, que a lo máximo que ha llegado con Mourinho es a ganar por dos goles de diferencia al FC Barcelona.
Pobre balance de un técnico que va por la vida de "top", que presume de ser "The Special One" y que ha sido incapaz de acabar con la supremacía del FC Barcelona pese a conseguir autonomía total de su presidente para hacer y deshacer a su antojo llenando el equipo de portugueses, ninguneando a la cantera y cuestionando a los futbolistas españoles que presentan mejor palmarés que el suyo.
En el Chelsea lo tendrá más fácil. En la Premier no juega el FC Barcelona, al menos de momento.