Fede Peris
A Ariedo Braida, el ejecutivo italiano a quien Josep Maria Bartomeu ha ofrecido la responsabilidad de sustituir en sus funciones a Andoni Zubizarreta, se le recuerdan excelentes fichajes para el Milan. Entre ellos los de Van Basten o Thiago Silva. Pero es también el responsable de la política incoherente de fichajes del club milanista envejeciendo al equipo con jugadores veteranos que ya estaban de vuelta. Por las manos de Braida han pasado fichajes de relumbrón que no solucionaron nada como el de Ronaldinho, Rivaldo, Kaká, Schevchenko, Beckham y un largo etcétera que cuestionan su credibilidad. Tanto, que el propio Milan decidió renunciar a sus servicios hace dos años.
La cuestión es que Braida ha aceptado el reto que le ha propuesto Josep Maria Bartomeu porque otros técnicos sondeados se han cerrado en banda esperando que las elecciones a la presidencia del club este verano despejen el futuro sobreponiéndose a un presente que presenta muchas dudas. Bartomeu ha tanteado a varios técnicos, alguno de ellos, como Öscar García, próximos a la órbita de Johan Cruyff, pero de todos ellos ha obtenido la misma respuesta. Ninguno ha querido comprometerse sabiendo que el reinado de Bartomeu tiene fecha de caducidad muy próxima. Tampoco Monchi, que parece comprometido con la candidatura de Agustí Benedito. Sólo José Mari Bakero se mostró receptivo, pero Bartomeu acabó descartándole.
Braida trabajará en equipo con los directivos Jordi Mestre y Javier Bordas y también con Carles Rexach, que pondrá luz a los puntos oscuros que pueda tener sobre el mercado español. Roberto, el ex jugador valenciano del Barça en los años ochenta, formará también parte de esta comisión.
Braida ha aceptado la oferta del FC Barcelona porque se encontraba en paro después del año que trabajó en la Sampdoria una vez fuera del Milan. El ex técnico se disponía a iniciar su jubilación como hombre de fútbol y la oferta del FC Barcelona le ha permitido seguir en activo.