Fede Peris
Gerard Piqué está firmando autógrafos y haciéndose fotos con los aficionados de La Roja -que también hay que no le silban ni insultan- mientras se dirige al autocar de la selección. En un momento del trayecto, rodeado de hinchas, decide acabar con la firma de autógrafos para subir al autocar. En ese momento se queda con las ganas de tener su firma un joven aficionado que portaba la bandera de España y Piqué se sube al autocar. La secuencia la ha filmado una cámara de los programas de Josep Pedrerol, como siempre buscando sangre, y la ha encontrado.
Esas imágenes han servido para que el director del programa Jugones las interprete a su manera. En el vídeo se explicaba: "al único que no firmó autógrados Piqué fue a un niño que se lo pidió con una bandera de España". Y ahí queda eso, la gente que lo entienda como quiera. Y dicho está. Está Piqué ahí, con el escudo de España en el pecho, con su camiseta de España, partiéndose la cara por España y lo que interesa transmitir a los aficionados es que Piqué firmó autógrafos a todos menos a un niño que portaba la bandera de España. Intoxicación pura y dura. Intoxicación, además, venenosa.
Y luego Josep Pedrerol, sin rubor alguno por su cinismo, se atrevía a cuestionar en el editorial del mismo programa en el que han aparecido estas imágenes al seleccionador, Vicente Del Bosque, por decir que quienes silban a Piqué son "jóvenes intoxicados". Y Pedrerol le preguntaba: "¿Intoxicados por quién?" Seguramente ofendido porque no le ha hecho publicidad y le ha nombrado directamente. Y ha dicho que quienes le pitan son "aficionados dolidos". ¿No será que están dolidos por los mensajes que reciben de quienes han hecho de la intoxicación su profesión? Sería bueno que Josep Pedrerol ande con cuidado de no morderse la lengua. Podría resultar fatal.
Hay mucha mala baba y ganas de hacer daño por ahí. Y mucha barcelonistis. Para los acomplejados de bufanda blanca hay qlgo todavía peor que soportar los éxitos del Barça: que los jugadores los disfruten a lo grande. Y por ahí no pasan. Lo que han querido vender de Piqué con la bandera es tan falso como lo que demuestra la imagen que acompaña a esta información, que corresponde al final de otra sesión preparatoria de La Roja. Mucha rabia y mucho odio acumulado.