Algunos miembros de la propia caverna blanca echaron pestes contra Mourinho, pero la mayoría han callado y aplaudido su imagen más arrrogante y pendenciera.
El técnico del Madrid le pegó un manotazo a la periodista de La Sexta para no hablar con ella, después del partido en las acostumbradas entrevistas post partido, a pesar de que era un momento de alegría. Posteriormente hizo el gesto de las siete ganadas a la cámara, aunque con el Madrid sólo tenga una.
Mourinho, además, no compareció en la posterior rueda de prensa, mando a Karanka, y sólo lo hizo declaraciones para Real Madrid TV. Aunque eso sí, permitió subir al autobús del equipo a una televisión portuguesa.