Vilanova tiene previstorubricar por dos temporadas, una manera de acabar con las especulaciones que inundaban el entorno del club cada vez que se acercaba el final de la temporada debido a la costumbre de Guardiola de firmar solo año a año.
La continuidad de Vilanova más allá de esas dos temporadas estaría supeditada más a las sensaciones del entrenador, su equipo de trabajo y la plantilla que a la crudeza de los resultados, si todo va como está previsto.
La directiva presidida por Sandro Rosell tiene asegurado su mandato hasta 2016, por lo que Vilanova sabe que durante sus primeros años en el Barça contará con tranquilidad institucional y no estará sujeto a que un hipotético cambio de presidente pueda alterar el rumbo del club y afectar a su actividad.