Toda la verdad sobre Messi y su presencia en el clásico

Fede Peris

Esta es la pura realidad, aunque el club, con cinco directores de comunicación, se haya preocupado de privar a los aficionados barcelonistas de la noticia que más les interesa y que mayor felicidad les puede proporcionar. Mucho secretismo, tanto con las imágenes de vídeo como en las fotos del entrenamiento aparecidas en la página oficial del club. Y en la nota de prensa filtrada por el club a los medios de comunicación sobre el entrenamiento, ni una mención a la presencia de Leo Messi.

Sorprende que algo que debería ser motivo de satisfacción para los barcelonistas sea ocultado de manera tan siniestra. ¿Cuál es el objetivo? Sencillamente evitar que se filtre que Leo Messi está en perfectas condiciones para jugar el clásico. Desde Argentina han presionado para que no juegue el clásico. Y en el mismo club Luis Enrique es partidario de llevárselo a Madrid, aunque para dejarle en el banquillo y echar mano de él en la segunda parte si su concurso es necesario. El técnico confía ciegamente en el rendimiento de los jugadores que han sacado adelante la nave durante la ausencia de Leo Messi y quiere premiarles -especialmente a Neymar- con un nuevo partido sin Messi.

A Messi, que ha puesto especial interés en recuperarse para estar en la cita de su partido preferido, no le hará ninguna gracia verse entre los suplentes el día 21 en el Bernabéu. Y este es el problema. Nadie se atreve a decirle a Messi que no va a jugar, al menos de titular. Ni Luis Enrique, que ya se las tuvo con él en Anoeta en una situación similar, ni Robert Fernández ni el propio presidente. Pero de aquí al 21 de noviembre, los servicios secretos del club no podrán impedir que los aficionados se enteren a través de los medios de comunicación de que Leo Messi está ya para volver. Mantener su estado físico en secreto no es más que un intento por despistar a Rafa Benítez con el fin de que no sepa a qué atenerse. No es lo mismo plantear un partido contra el Barça de Messi que contra el Barça sin Messi. Y en eso están.

 

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