Zinedine Zidane está enfadado. Según informa MARCA, antes del entrenamiento de ayer, previo al partido contra el Getafe, el entrenador del Real Madrid dio un toque a sus futbolistas: no le ha gustado nada las actitudes de algunos de sus jugadores tras remontar al Wolfsburgo y no quiere relajaciones. Zizou es perro viejo en el mundo del fútbol, y sabe que a la mínima se puede ir todo el trabajo hecho al garete.
El galo, siempre según la información del medio nombrado anteriormente, dejó claro a sus jugadores que todavía no han conseguido nada: deben de dar el 101%, todavía quedan ocho partidos y nueve si llegan a la final de la Champions League. El objetivo de este toque de atención es que lleguen con la máxima concentración posible a todos los partidos y eviten relajarse en lo que queda de campaña.
Zizou teme un exceso de euforia en sus chicos, y más viendo cómo está el Barça actualmente. Sabe que el equipo azulgrana puede volver a ser el de antes en cualquier momento, pero mientras tanto, deben aprovechar su situación y meterle el máximo miedo posible. El estado, tanto físico como mental, debe ser el óptimo de aquí hasta el final de la temporada. Si no, no ganarán nada.