Álvaro Morata, al igual que James Rodríguez, protagonizó la parte más triste de la final de la Champions, si cabe. El canterano merengue no sólo no fue titular -tampoco se esperaba que Zidane le sacara de inicio-, sino que apenas dispuso de minutos, al salir en el último tramo de partido con la final ya sentenciada. A pesar de que tras levantar la Duodécima se mostró muy feliz por la conquista europea, mandó un amargo mensaje en referencia a su futuro, que después de los últimos meses parece que estará lejos del Santiago Bernabéu.
"Volver al Madrid y ganar la Champions es increíble", aseguró el punta, que no se mostró apenado por su tímida participación en la final: "Cómo voy a estar decepcionado si hemos ganado la Champions. Qué va, es la hostia. Sería egoísta por todos lados". Sin embargo, sí habló con más preocupación para referirse a su futuro: "No sé, no depende tanto de mí. Soy feliz aquí, mi sueño es estar aquí, acabamos de ganar la Champions y no pienso en otra cosa que celebrarlo". Con la misma prudencia se refirió al supuesto interés de otros clubes, como el Milan: “Lo único que he hecho es jugar, entrenar, disfrutar con mis compañeros y no depende de mí...". Sin duda, ahora Morata lo tendrá más difícil que nunca para hacerse un hueco en el mejor equipo del mundo.