Perjudicar al Barça en las competiciones domésticas tiene premio. LaLiga acaba de fortalecer a su presidente, Javier Tebas, subiéndole el sueldo hasta los 1,2 millones de euros, que cobrará junto a variables. Además se le ha impuesto una cláusula debido a una oferta que tuvo sobre la mesa de la Serie A italiana.
Hace tan solo 5 años, Tebas cobraba 348.000 euros, y ahora ante la posibilidad de su salida hacia la liga transalpina, la Comisión Delegada ha optado por aumentar esa cifra hasta los 1,2 millones.
Esto ha ocurrido porque el propio Tebas comentó que la oferta que le llegó desde Italia le fascinaba y que tenía que comentarlo con su familia para ver si la aceptaba o no. Por contra, desde el propio país italiano aseguran que lo que ha hecho Tebas corresponde a una estrategia para mejorar sus condiciones con LaLiga.
Eso sí, si hay una cosa clara es que el nuevo sueldo del Presidente de la competición es demasiado alto, sobre todo cuando no mira por todos los clubes que están en el torneo y tiene preferencias por algunos de ellos.
El presidente de LaLiga duplicó su sueldo en apenas un año. Así se ha hecho saber en el informe oficial de la temporada pasada, donde se especificaba que Javier Tebas había tenido un salario total de casi 900.000 euros, siendo un tercio de ello en concepto de honorarios variables.
Esto ha hecho que se cree cierta indignación entre los clubes, al entender que se trata de un importe nada justificado y comparable al de algún alto cargo de las grandes empresas españolas. Pero esta cifra llama la atención porque en apenas 4 años, Tebas ha pasado a ganar más del doble del sueldo. Cuando entró a la dirección de LaLiga, Tebas cobraba algo menos de 400.000 euros, salario que ha ido aumentando paulatinamente hasta la cifra que ha embolsado en el último ejercicio.
El sueldo, que es proporcional a los ingresos que tiene la competición, está generando que algunos clubes empiecen a pensar en no darle el soporte necesario para que siga al mando del torneo. Entre otras cosas por sus problemas con los grandes clubes de LaLiga, que en unos casos por temas políticos y en otros por discrepancias deportivas, ya empiezan a dudar de su liderazgo.