El Real Madrid se proclamó campeón de la Champions League en Kiev por decimotercera vez en su historia.
El Real Madrid se proclamó campeón de la Champions League por decimotercera vez en su historia. Cuatro de cinco Copas de Europa. Tres seguidas. El equipo de Zinedine Zidane venció al Liverpool por un contundente 3-1 en una final marcada por los errores de Loris Karius y el resurgir de Karim Benzema y Gareth Bale. No tienen rival en Europa. Este equipo es el mejor de la historia del continente. Incontestables.
Lo cierto es que Real Madrid y Liverpool compitieron realmente bien en el primer tiempo. Ningún equipo estaba siendo superior sobre el terreno de juego, pero pasada la media hora del encuentro llegó el punto de inflexión que lo cambió todo: el mejor jugador de los reds, Mohamed Salah, abandonó lesionado el terreno de juego tras un forcejeo con Sergio Ramos, y a partir de aquí, hubo un notable bajón de juego de los de Jürgen Klopp.
El Liverpool intentó mantener el 1vs1 con Marcelo (el futbolista más débil del Real Madrid según Klopp) poniéndole encima a Sadio Mané, pero no lo consiguió. Tampoco recibió buenas noticias el cuadro que entrena Zinedine Zidane, y es que, a los pocos minutos de la lesión del egipcio para los ingleses, el equipo madrileño perdió a su lateral derecho titular: Dani Carvajal, que se marchó llorando a los vestuarios.
Karim Benzema tuvo la ocasión más clara de todo el primer tiempo, y la verdad es que consiguió marcar al batir al guardameta Karius, pero el colegiado anuló el tanto. El ‘9’ del Real Madrid cayó en -leve- posición de fuera de juego al rematar un rebote de un disparo de Cristiano Ronaldo, que tampoco estaba en posición legal. Un remate de Benzema que habría supuesto el 1-0 para el conjunto madridista y un cambio radical del encuentro.
El partido se marchó al descanso con la mejor imagen posible del Real Madrid y la mejor del Liverpool. Un descanso que le fue mejor a los de Jürgen Klopp que a los de Zinedine Zidane.
Tras el descanso, el Real Madrid salió a finiquitar la final y conseguir su decimotercera Champions League. De hecho, lo hizo bien rápido. En el minuto 51, Karim Benzema se aprovechó un error de bulto de Loris Karius en la salida del esférico y se lo arrebató cuando lo estaba pasando a un compañero de la defensa. No obstante, poco tiempo más tarde, Sadio Mané volvió a poner el empate en el marcador en un córner.
Zinedine Zidane movió el banquillo: en el 61’ salió Gareth Bale, que no había sido titular, sustituyendo al que estaba siendo el mejor, o uno de los mejores, futbolista del Real Madrid, Isco Alarcón. El galés respondió rápidamente ante la llamada del técnico francés, y es que a los pocos minutos de salir aprovechó un estupendo centro de Marcelo para marcar uno de los mejores goles de la historia de las finales, con una chilena espectacular.
Parecía que el Liverpool intentaba responder, pero nada más lejos de la realidad, simplemente se trataban de conatos de empate que no llegaron a nada, lo más cercano que estuvieron fue mediante un disparo de Sadio Mané desde fuera del área. Sin embargo, el Real Madrid no temió en ningún momento por la decimotercera, que la tenía a tocar con el paso de los minutos… y la aseguró llegado el 83.
Loris Karius volvió a tener un error de bulto al no poder detener un disparo desde fuera del área de Gareth Bale, que completó una gran final erigiéndose como el héroe de la decimotercera con un estupendo doblete.
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