Sandro Rosell ya no está en la prisión de Soto del Real. Este mediodía ha llegado a la cárcel catalana de Can Brians 2, en el término de Sanrt Esteve de Sesrovires, en donde seguirá encarcelado a la espera del juicio sobre su caso por entender el juez que existe riesgo de fuga.
El expresidente del Barça lleva en prisión desde mayo de 2017 y ha sido recibido en la cárcel catalana por unas 400 personas que gritaron en favor de su libertad y pancartas con el lema “Et volem a casa” (Te queremos en casa). Allí estaban su mujer, Marta Pineda, sus hermanos, directivos y empleados del FC Barcelona como Pau Vilanova, Didac Lee, Migueli, Pere Gratacós y Pere Jansà.
Esa es la parte feliz de la situación de Sandro Rosell, que ya está más cerca de casa. La parte negativa es la petición de la fiscalía a la Audiencia Nacional de una pena de 11 años de cárcel para Sandro Rosell por los delitos de blanqueo de dinero y organización criminal. También le reclama una multa de 59 millones de euros por blanquear dinero de la Confederación Brasileña de Fútbol. Según informa EFE, la fiscalía también pide 7 años de cárcel para la esposa del expresidente del Barça, Marta Pineda y 10 años para el abogado andorrano Joan Besolí, a quien se le considera partícipe de los hechos delictivos que se le imputan a Sandro Rosell.
Foto: Mundo Deportivo