Tardó más de una década, pero finalmente el Santiago Bernabéu se rindió en honores al mejor jugador del planeta, Leo Messi. Sin embargo, tuvo que ser en la final de la Copa Libertadores que albergó el estadio merengue y no en un partido del Real Madrid cuando el público del estadio blanco, principalmente ocupado por argentinos, se rindió a la supremacía del '10' blaugrana, que asistió al encuentro.
El astro culé estuvo en el palco del Bernabéu, acompañado de sus compañeros Jordi Alba, Gerard Piqué, Sergio Busquets y Arturo Vidal, así como su hijo Thiago, su padre Jorge y su hermano Rodrigo.
Durante el encuentro, el crack recibió los elogios de los demás aficionados que se congregaron para ver el partido, entre los que se encontraban algunos de sus compañeros en la selección argentina: Dybala, Icardi, Marcos Rojo y demás tampoco se quisieron perdere el choque.
El astro blaugrana, que vio el encuentro desde un palco privado, disfrutó de lo lindo con la fiesta del fútbol argentino, que en esta ocasión terminó sin incidentes y con victoria de River Plate, que conquistó el trofeo.