El Barça y el Camp Nou la tomaron con Cuéllar para pagar su impotencia buena parte del partido ante el Leganés. El portero 'pepinero' se convirtió en objeto de odio, una realidad que no sólo expresó Luis Suárez buscándole las cosquillas, sino también la afición blaugrana, según ha denunciado el propio portero, quien asegura que escuchó que el estadio culé le deseó la muerte en más de una ocasión.
Tras el choque, Cuéllar quiso "expresar mi más profundo repudio a las manifestaciones y entonaciones de cánticos por parte de la afición exaltando la muerte. Es algo que denuncio y que espero que nunca se repita en ningún estadio contra ningún compañero de trabajo”. Unas acusaciones gravísimas de las que está más que seguro y ha decidido poner sobre la mesa.
Sobre la falta de Luis Suárez en el gol del uruguayo, el portero ha asegurado que "en estas acciones los nombres, camisetas y escudos que defiendas quedan a un lado porque prevalece la integridad física del jugador. En concreto tengo que defender al colectivo de los porteros, porque en muchas ocasiones nos sentimos desprotegidos e incluso desgraciadamente pensamos que hay que tener alguna lesión para que una decisión pueda estar de tu lado".
A pesar de ello, el guardameta mostró un buen perder, la mejor forma para tirar adelante, pese al enésimo robo en favor de los culés: "Estoy orgulloso del gran trabajo, actitud y esfuerzo del equipo a pesar de no obtener el resultado deseado. Quiero dar la enhorabuena al FC Barcelona por la victoria. A partir de aquí, vamos con la mente puesta en el importantísimo partido del sábado", sentenció.