Partido memorable de un Barça que confirma ante un gran Sevilla que su nivel está muy, pero que muy lejos de los demás.
Aquí no se tira nada. Tampoco la Copa del Rey. Por 2-0 perdió el Barça en Sevilla en la ida. Por 6-1 ha ganado hoy. Y ya está en la semifinal. Otra vez. Como siempre. Dijo Piqué al término de la derrota de la pasada semana que el Barça intentaría la remontada, pero que si no podía ser, otro año sería. No engañaba a nadie. Si no puede ser, no puede ser. No se trata de imitar el mal perder del Real Madrid maquinando sucias y patéticas confabulaciones judeomasónicas. Otro año será.
Pero no será otro año porque este Barça no está para regalar nada a nadie. Ni siquiera al Sevilla, que es un buen equipo y a lo largo de la eliminatoria ha creado muchos, muchísimos problemas al Barça. También hoy. El Barça ha tenido que recurrir a Cillessen para salvar la eliminatoria. Había anotado Coutinho ejecutando un penalti claro, ratificado por el VAR, cometido sobre Messi. Era el minuto 13 y se abría el camino del triunfo.
Pero llegó el disparo de André Silva en el minuto 24. La pelota se colaba cuando apareció la mano salvadora de Cillessen, que la sacó de dentro y la envió al poste. En la jugada siguiente, aunque existía fuera de juego en la jugada previa, el árbitro señaló penalti contra el Barcelona por una bobada de Piqué, que contacta con Roque Mesa lanzándose éste a la piscina. Todo OK, como siempre. La eliminatoria se complicaba. Si marcaba el Sevilla el marcador se ponía empate a uno y el equipo andaluz obligaba al Barça a marcar tres goles más para eliminarlo en poco más de una hora.
Pero Banega no marcó. Cillessen adivinó la trayectoria del balón y levantó al Camp Nou de sus asientos. ¡Qué dos porterazos tiene el Barça! Es una injusticia lo que está sucediendo con este hombre, pero es que el otro no es moco de pavo. ¡Bendito problema tiene Valverde!
Y siete minutos más tarde, en el 31, lo que tenía que haber sido el empate a uno se convirtió en el 2-0 al desviar levemente Rakitic un balón que le había enviado Arthur. Con 2-0 se llegó al descanso, y con muy buenas sensaciones. La eliminatoria igualada y la sensación de que este Barça tenía ganas y de que aquí nadie iba a tirar nada. Por haber hubo también hasta momentos de tensión entre los jugadores. el equipo sevillista recurrió al juego violento como recurso para oponer algo ante un rival superior, pero el agua no llegó al río.
En la segunda mitad el Sevilla salió con más ambición y dispuesto a dar guerra, pero Coutinho anotaría su segundo tanto rematando de cabeza un medido centro de Luis Suárez. Era el minuto 53. Y, todavía sin reponerse del susto, el Sevilla recibía otro gol un minuto más tarde aprovechando Sergi Roberto una asistencia de oro de Messi que le dejaba ante el portero. ¡4-0! El Camp Nou era una olla a presión.
Las eliminatoria parecía resuelta, pero llegó el gol de Arana en el minuto 68 y los nervios a la grada y al césped. Un gol más del Sevilla dejaba al Barça afuera. Valverde ha sido prudente y ha metido en el campo a Semedo, Arturo Vidal y Aleñá. No era cuestión de hacer el tonto. El Barça asimiló el mazazo y volvió al ataque. Messi tuvo una ocasión de libro, de las que él nunca falla, pero se adornó demasiado con la pelota a puerta vacía.
Pero Messi ha hecho un partido soberbio, aunque no tenía fortuna con el gol, el balón no quería entrar. Y ante el rival que mejor se le da. La incertidumbre se ha apoderado de todos hasta que Luis Suárez ha dicho basta y ha aprovechado una cesión de Jordi Alba en el minuto 89 para fusilar el 5-1, que ya era definitivo. Era el primer gol que marcaba esta temporada Luis Suárez sin ser un partido de La Liga. Y en el 92 Messi recibiría el premio a la constancia redondeando una jugada de tiralíneas de toda la delantera y estableciendo el 6-1 que reflejaba lo que realmente pasó en el campo.
En Sevilla se las prometían muy felices... Parece mentira después de los rapapolvos que se han llevado del Barça en los últimos tiempos en la final de la Copa del Rey o en la Supercopa de España. Es lo que tiene, que dura poco la alegría en casa del pobre. Han tenido una semana para soñar e imaginar que el Sevilla eliminaba al Barcelona, pero los sueños sueños son y el Barça más cruel les ha despertado.
"Tiran la Copa", decían los Pedreroles de turno, los babosetes al servicio de Florentino Pérez, los profesionales de la manipulación y el antibarcelonismo. También ellos regalimaban sangre por los colmillos convencidos de que el Barça iba a quedarse fuera de su competición porque no se ve con fuerzas para afrontar la Champions y algo había que tirar.
Pero aquí no se tira nada. Todo sirve. Y este año van lanzados a por su tercer triplete, algo que el Real Madrid no sabe lo que es, y que el Barça empieza ya a dominar. Lo mejor no es que el Barça haya pasado la eliminatoria. Lo mejor es cómo lo ha hecho. Asustando a todos. Si al Real Madrid le cayeron cinco goles la última vez que se acercó por aquí... ?¿cómo no le iban a caer seis al Sevilla?
¡Si era de cajón!
Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Alba; Busquets, Arthur, Rakitic; Messi, Suárez y Coutinho.
Juan Soriano; Carriço, Kjaer, Sergi Gómez; Promes, Sarabia, Banega, Roque Mesa, Amadou; Arana y André Silva
1-0 Coutinho, min.13; 2-0 Rakitic, min.31; 3-0 Coutinho, min.53; 4-0 Sergi Roberto, min.54; 4-1 Arana, min.67; 5-1 Luis Suárez, min.89 y 6-1 Messi, min.90+2
José María Sánchez Martínez (Comité Murciano)
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