El tropiezo del FC Barcelona en Anoeta ha significado para Zinedine Zidane la mejor arma para mentalizar a sus jugadores de cara al partido de esta noche en Valencia.
Los jugadores del Real Madrid afrontan el choque extramotivados, con la idea fijada en sus mentes de llegar al Camp Nou como líderes en solitario, con dos puntos de ventaja sobre el Barcelona, y salir del Camp Nou con la liga medio sentenciada con cinco puntos de ventaja y el clásico del Bernabéu todavía pendiente.
Los whatsapps de los jugadores echaron humo al término del partido de San Sebastián, especialmente el de Sergio Ramos que, como capitán, ha intentado utilizar ese tropiezo culé en beneficio propio para salir en Mestalla a morder y rematar luego la faena en el Camp Nou con un golpe definitivo a la Liga, esa competición que hace especial ilusión al ténico blanco.
Esta vez por actitud e intensidad no va a quedar.