Con Valverde estas cosas no pasaban. El Barça fallaba en el partido clave de Champions, pero resolvía sin despeinarse en La Liga y en la Copa, en donde llegaba a la final sin forzar la máquina. Pero este nuevo Barça de Setién no promete nada bueno. Decepcionante en su debut en Liga ante el Granada. Mucho pase y poco peligro. El sistema no sirvió para nada y, como siempre, apareció Messi y sacó las castañas del juego con un gol.
Y hoy, en Ibiza, más de lo mismo. Actitud penosa. Juego patético. Un Barça irreconocible. Y no sirve de excusa que no estuvieran Messi, Piqué y Busquets (Setién no era consciente de lo que se jugaba en Ibiza). La cuestión es que el Barça presentó a un equipo competitivo, un equipo con nivel de luchar por La Liga y la Copa, aún sin Messi. Pero el resultado acabó en fracaso estrepitoso. Esta vez no resolvió Messi. Le tocó a Griezmann. El francés anotó dos goles y puso al Barça en los octavos de final.
Pero la lectura preocupante es que no fue el Barça de Setién quien resolvió la eliminatoria, sino Griezmann en dos jugadas aisladas. La milonga del control sirve cuando lo ejecutan jugadores como Xavi, Iniesta y Messi. Sin ellos, hay que adaptarse a las características de los jugadores que tienes. Pero Setién no está por esa labor. Quiere imponer su sistema a unos jugadores que no están capacitados para sacarle provecho al tikitaka y lo único que consigue Setién es aburrir al personal con una posesión del balón inútil que no sirve para nada.
La imagen que ha ofrecido hoy el Barça ha sido vergonzosa. Valverde debe estar descongojándose desde su casa. No les bastaba con ser líderes en España y en Europa, querían más espectacúlo. ¿Eso es lo que ha comprado Bartomeu? ¿Lo que se vio ante el Granada y hoy ante el Ibiza? Un Segunda B ha tenido al Barça contra las cuerdas hasta el minuto 93. El crédito de Setién se agota. Jugando así este Barça no va a ningún lado.
Muchos experimentos con gaseosa. El 3-5-2 de Setién, otro fracaso. Esto no es el Betis, aquí no hay lugar para los experimentos. Se trata de vencer y convencer. La convicción la ha perdido Setién. Sólo gana, pero dando pena, aunque él no parece reconocerlo. Ya le gusta lo que ve. Ni un disparo a puerta en la primera mitad. Esto es inadmisible en el equipo máximo goleador en La Liga... hasta ahora.
"¿Dónde está Leo Messi?", cantaba la afición local choteándose del Barça. Efectivamente, Messi no estaba y el Barça iba a la deriva produciendo vergüenza ajena. Setién tuvo que poner en juego a Jordi Alba, Arthur y Arturo Vidal, su artillería pesada. Y sacó del campo a Riqui Puig, al que va a quemar si sigue por este camino.
Suerte ha tenido Setién que Griezmann le ha salvado del KO. Ha sido Griezmann. Ni los pasecitos, ni el control, ni la posesión. Griezmann. Y todo, ante un Segunda B. Dijo Setién el día de su presentación que cuando su equipo no juega bien, no se va contento a casa. Hoy ha tenido que irse indignado. Pero la culpa es suya. Este equipo, hasta ahora, nunca jugó tan mal. Le trajeron para mejorar a Valverde y va camino de conseguir que el barcelonismo reclame la vuelta del técnico extremeño.
Germán, Fran Grima, Gonzalo, Mariano, Kike López, Núñez, Javi Lara (Sibo 76'), Javi Pérez, Pep Caballé (Fran Carbia 86'), Rodado (Diego 73') y Rai.
Neto, Semedo, Lenglet, Junior, Sergi Roberto, Rakitic Arturo Vidal 80'), De Jong, Riqui Puig (Arthur 70'), Carles Pérez (Jordi Alba 58'), Griezmann y Ansu Fati.
1-0, Javi Pérez, min 9. 1-1, Griezmann min 72. 1-2, Griezmann, min 93
Pablo González Fuentes, del colegio asturiano. Amontestó a Kike López, Diego, Sibo, Fran Grima, Ansu Fati
Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadi Can Misses (Ibiza)