El árbitro y el VAR se comen un penalti de libro a Messi en el tiempo de prolongación que no tapa el horrendo partido jugado por el Barça.
Horrorosa exhibición del Barça ante el Sevilla que ha acabado con empate a uno. Primer gol encajado por el Barça y primeros puntos que vueltan del Camp Nou. Lopetegui le ha ganado la partida táctica a Koeman, el Barça ha mostrado una preocupante debilidad física, Messi ya no se va de nadie y parece que "no da" para el nivel que precisa el Barça y el árbitro y el VAR le han jugadao una nueva mala pasada al Barça. Esto no es el Real Madrid. Y un pisotón a Messi dentro del área en el tiempo de descuento no ha sido digno de ser analizado por el VAR. Cosas que pasan en la Liga más adulterada del mundo.
No pudo empezar peor el partido para el Barcelona. En el minuto 8 Koundé se anticipó en un salto blando a Frenkie De Jong muy cerca de la portería, el balón quedó muerto a los pies de Luuk De Jong y éste fusiló el tanto sevillista. El Barça reraccionó con rapidez y Coutinho culminó con rabia una jugada iniciada por Messi con un pase en profundidad a Alba que éste puso a los pies de brasileño después de tocar en Navas.
El Barça solucionaba en un minuto la primera situación de crisis que se le ha presentado esta temporada. Primer gol encajado en la portería blaugrrana fruto de la facilidad con la que el Sevilla llegaba al área barcelonista gracias una presión mucho más intensa que la que empleaba el Barça. El Sevilla llegaba y el Barça no. Acciones aisladas de Messi, en cuentagotas, de Coutinho y de Jordi Alba. Y poco más.
Todo el juego cargaba hacia la izquierda mientras Griezmann se convertía en el hombre invisible. Se desmarcaba, arrastraba a los defensas para dejar espacio a las internadas de Sergi Roberto, y pedía la pelota, pero nadie le veía. Especialmente Messi, siempre pendiente de lo que sucedía por la izquierda con Jordi Alba, Ansu Fati y Coutinho.
Lo cierto es que en esta primera mitad se han visto los peores minutos del Barça en lo que llevamos de temporada. Sin fluidez, sin profundidad, sin ideas para deshacerse de la presión de un rival muy bien ordenado en el campo y con Rakitic como director de orquesta. Ni De Jong ni Busquets eran capaces de buscar y encontrar a los delanteros sirviéndoles balones en condiciones, y las escasas acciones de peligro del Barça han llegado en acciones aisladas de carácter individual.
En la segunda mitad los jugadores del Barça quedaban en evidencia. Físcamente están peor que mal. El Sevilla les pasó por encima y el Barça apenas respondió porque no había ideas ni fuerzas para plantar cara. El Sevilla mostró más poderío físico y más orden táctico. Lopetegui, desde la grada, lo hizo mejor que Koeman desde el banquillo. El Barça no desequilibraba y Koeman no se atrevió a sacar a Dembélé, el futbolista más desequilibrante que tenía en el banquillo. Sacó de refresco a Pedri, Trincao, Pjanic y Dest y no sirvió de nada.
El juego blaugrana era desesperante. Jugaban andando y todo lo que hacían era más que previsible para un rival con mucho oficio al que no se le sorprende con bobadas. Jordi Alba se lesionó levantando la pierna intentando alcanzar un balón. ¡Vergonzoso! Un deportista de elite como Jordi Alba, que cobra una millonada, temporada tras temporada se lesiona con acciones como ésta, ya empieza a ser habitual en él. Se supone que es un atleta de alto nivel, al menos cobra como si lo fuera, pero su físico ya no le da para levantar la pierna en busca de un balón.
Igual que Rakitic, Arthur y Luis Suárez fueron despedidos por sus carencias físicas, Jordi Alba va por el mismo camino. De poco sirve que junte dos partidos buenos si luego se tira ocho en la grada... y cobrando como si jugara. Jordi Alba pide a gritos el relevo. Y su relevo fue Dest, que debutó en el Barça con la banda cambiada, pero causó buena impresión. Al menos no se lesionó.
Otro tema preocupante es el de Leo Messi. Cierto que inició la jugada del gol del Barça, pero poco es para un tipo que cobra 100 millones al año por ser supuestamente el mejor jugador del mundo. No hay duda de que lo fue, y durante mucho tiempo, pero el Messi del año pasado y de esta temporada no es más que un buen jugador. Sólo eso. A lo mejor hay que agradecerle su intención de irse del Barça "por el bien del club", como le dijo al diario Sport. Se le empieza a entender todo. Messi ya no se va de nadie, no ve puerta, no pisa el área con autoridad... y sobre todo no se arremanga en partidos complicados, como el de hoy, para resolverlo con ese don que Dios le ha dado.
Messi hace tiempo que no se arremanga y sólo aparece en los partidos en los que el viento sopla a favor. Cuando se tuercen las cosas, la culpa es siempre de que la plantilla del Barça "no da". A lo mejor el que no da es él. A un jugador de 100 millones al año hay que exigirle de acuerdo a lo que se le paga. Y Messi hoy no se ha ganado el sueldo ni de lejos. Tampoco ha propuesto cobrar menos teniendo en cuenta que rinde mucho menos que cuando ganaba el Balón de Oro. Ahora sólo es el cuarto mejor jugador de Europa, pero sigue cobrando como si fuera el primero.
El Barça ha estado mal, rematadamente mal. Pero eso no quita que la actuación arbitral haya ensuciado el partido con ese trato tan diferente que le ofrece al Barça respecto al Real Madrid. Messi ha sufrido un pisotón dentro del área en el tiempo de prolongación. Y el VAR, mirando a Cuenca. Parece que el VAR sólo está ahí para sacarle las castañas del fuego al Real Madrid y para hundir al Barça cuando lo está pasando mal. Esa misma jugada, con Vinicius de protagonista, habría acabado siendo penalti. Y de no ser señalado habría sido tema de la prensa palmera de Florentino para restregarlo por la cara a los árbitros durante toda la semana. Es el Madrid de Florentino, que descuelga el teléfono y asusta a Rubiales. El Barça no asusta a nadie y se nota.
Pésimo Barça, pésimo Koeman, pésimo Messi, pésimo árbitro y pésimo VAR. Los astros se han conjurado hoy contra el Barça. Vamos a ver si se trata de un accidente o lo que nos espera en adelante va a ser más de lo mismo. En 90 minutos se han borrado los 180 minutos ilusionantes que vimos ante el Villarreal y Celta de Vigo.
Neto, Sergi Roberto, Piqué, Araujo, Jordi Alba, (Dest, 65'), Busquets, De Jong, Griezmann (Pedri, 60'), Coutinho (Pjanic, 65') Ansu Fati (Trincao, 60') y Messi.
Bono, Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña, Fernando, Rakitic (Gudelj, 66'), Jordán (Oliver Torres, 85'), Suso (Munir, 60'), Ocampos (En-Nesyiri, 60') y De Jong (Carlos Fernández, 85')
0-1, min. 7: Luk de Jong aprovecha un balón muerto en el punto de penalti para rematar a bocajarro. 1-1, min. 9: Coutinho saca partido de un mal rechace de Navas.
Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó con cartulina amarilla a Pjanic (66') y se comió un claro penalti a Messi en el minuto 92.
Partido de la 5ª jornada de LaLiga Santander, disputado en el Camp Nou a puerta cerrada.
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