Hernández Hernández le robó una Liga al Barça y se la regaló al Real Madrid en 2017 anulando un gol a Suárez en el campo del Betis cuando el balón había entrado un metro dentro de la portería.
Hace unos años Diego Simeone pronunció una frase célebre y polémica, pero premonitoria. Al inicio de la temporada dijo que "esta Liga está peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid. No puede ser que ganen una Liga en diez años". Y el Real Madrid ganó La Liga.
Seguramente Simeone ha llegado hoy muy tranquilo al Camp Nou sabiendo que si hay un penalti en el área del Barça lo iba a pitar al árbitro. Y seguro de que si el penalti no entraba, el árbitro encontraría la manera de hacerlo repetir, porque eso es lo que necesitaba el Real Madrid.
Y, efectivamente, ha habido un penalti de Arturo Vidal a Carrasco que Hernández Hernández ha señalado sin titubear. Lo ha fallado Diego Costa y Hernández Hernández lo ha mandado repetir porque Ter Stegen no tocaba por centímetros la línea de portería con uno de sus pies.
Efectivamente, el reglamento cumplido a rajatabla. Cuando se trata de perjudicar al Barça, se mira todo con lupa. Con la misma lupa que se emplea para anular goles a los rivales del Real Madrid o para concederle al equipo de Florentino Pérez goles que no son legales.
Sucede que la hemeroteca juega malas pasadas. Y en el caso del árbitro de hoy, Hernández Hernández, llueve sobre mojado. Y es que los aficionados del Barça, que tienen memoria, no olvidan su garrafal error, en enero de 2017 en un Betis-Barça. Luis Suárez disparó a puerta y el balón traspasó casi un metro la línea de gol. Lo vio todo el mundo menos Hernández Hernández. Un error de un metro que sirvió para dejar al Barça sin Liga y dársela al Real Madrid.
Ese árbitro que no vio dentro de la portería un balón que entró un metro es el que hoy ha decidido que por centímetros había que aplicar el reglamento y repetir el penalti que había parado Ter Stegen. Seguramente por eso, porque el Madrid necesitaba que el Barça pinchara y convenía que el Atlético marcara.
Nada que objetar. Hernández Hernández ha aplicado hoy el reglamento a rajatabla. La pena del Barça es que cuando marca un gol y el balón entra un metro, el mismo árbitro no aplica el reglamento. Es lo que tiene arbitrar al Barça o al Real Madrid. Si se trata de perjudicar al Barça se aplica el reglamento... o no. Según le vaya en la feria al Real Madrid.
Pero lo de Hernández Hernández es escandaloso. Para perjudicar al Barça sirven los milímetros. O se tira de metros si es preciso. ¿Esto es justicia? Esto es la gran farsa del fútbol español, el campeonato más corrupto y adulterado de Europa. Y la comparación entre el Hernández Hernández de Sevilla, dándole una Liga al Real Madrid, y el Hernández Hernández de hoy, intentando darle otra Liga al Real Madrid, es sencillamente escandaloso.
Tiene razón Simeone. También esta Liga está peligrosamente preparada para que la gane el Real Madrid. Ocho ligas culés de once producen mucha rabia.
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